¡TROPICALIA!

Como dice una de las emisoras de la ciudad, "brazilian beat... los sonidos más avanzados del momento". Sí, claro... Bueno, el caso es que el lounge de los sesenta está regresando, y es mucho mejor que ese lounge electrónico actual. Y el bossa nova hace parte de esa corriente, al punto que se han editado varios discos con versiones de éxitos de otros géneros reinterpretados en este sonido. Repasemos algunos.


Bossa n' Beatles es el disco de Rita Lee, que, según, leo es una de las más importantes intérpretes de tropicalia. Pero el disco no hace justicia a ello, pues más que una recreación en versión tropical, es casi un unplugged de los éxitos de los Beatles. Algunos temas sobresalen, pero es más que todo porque los originales son ya de por sí buenos. El problema es que no es lo suficientemente novedoso como para llamar la atención. No es un mal disco pero no llega a convertirse en esa clase de curiosidad que aporta nuevas luces a un clásico y se queda como algo para el oyente menos aventurado.


Cosa que no pasa con Bossa n' Stones, que como su nombre indica, se dedica a versionar temas de los Rolling Stones. Estos sí aciertan a tener la vena brasilera, sin por ello torcer la interpretación hacia un terreno absurdo. Este bossa nova tiende más a la electrónica, pero establece un equilibrio adecuado, convirtiéndose en un disco tranquilo y agradable sin llegar a languidecer. Dos volúmenes existen de estas compilaciones, ambos bastante buenos, placenteros y de fondo sin llegar a la estupidez insulsa.


Nouvelle Vague se apunta un tanto con sus dos discos de versiones de éxitos new wave y post punk. De nuevo, las versiones son muy acertadas, auténticas versiones con personalidad propia, pero sin cambiar del todo el espíritu de los originales. Bellísimos covers como los de Killing Moon, de Echo and The Bunnymen, o Guns of Brixton de The Clash, son sólo perlas de un par de discos muy bueno, con la ocasional canción no tan afinada, pero en todo caso adecuados para una velada romántica con la chica punki-new wave que cree haberlo visto todo. Eso sí, no le pongan la versión de Too drunk to fuck, de los Dead Kennedys. Si lo hacen, preferiblemente que no entienda inglés.


Bossa Disney Nova es en cambio una recopilación de versiones de canciones de las películas de Disney. Sin embargo no sorprende para nada, quedándose en versiones medio acústicas y en portugués de los originales. Es como imaginarse las películas dobladas al idioma carioca, y ya. No aportan nada demasiado emocionante y es bastante prescindible, a no ser que se sea fan de Disney, en cuyo caso se puede encontrar algo de curiosidad.


Finalmente, y aunque no es bossa nova, pero cae dentro del subgénero, Here comes... el son. Versiones de los Beatles pero en son cubano. Mala combinación, realmente. Las voces no pegan y desde mi punto de vista no cuaja tan extraña mezcla de géneros. El tema final, Golden slumbers-Carry that weight-The end, es el único que logra unir las dos tendencias de manera exitosa, pero las demás son muy bizarras para poderlas disfrutar (para mí, por supuesto), pero no por excesiva psicodelia, sino porque sencillamente no logré conciliar ambos estilos. Poco memorable, y sólo interesante como curiosidad.

No puedo decirles que dejen de oír uno u otro, porque estas fusiones son tan atípicas que pueden encontrar su nicho en cualquier esquina retorcida del subconsciente de cada uno, pero mis elecciones están claras. Las buenas combinaciones son realmente agradables. Las demás... no tanto. Pero en todo caso tienen su cabida entre los discos del coleccionista de oscuridades. Aunque estas sean cosas que hoy casi cualquiera tiene.

PS. ¿Por qué no estuve atento y dejé que mis tíos botaran los discos de Nat King Cole y Henry Mancini?