Tres de synthpop en castellano:

El Aviador Dro y sus Obreros Especializados "Ópera Científica" (Rompeolas, 1999)

Sí a alguien hay que otorgarle el merito de haberse inventado eso del tecno-pop (y en español que no es lo mismo), ese es el Aviador Dro. Dos discos, uno con el repertorio clásico, (el manifiesto toxico “Nuclear sí”, la bonita “Programa en espiral”, la mas bonita aun, sublime “Selector de frecuencias”, la divertida declaración de “Amor industrial”, la peleona “Himno Aéreo”) indispensable, el otro con temas de su etapa mas reciente (haciendo algo mas cercano al EBM), algunos remixes (mas afortunados unos que otros,
excelente el Pez remix de “Amor Industrial”), y nuevas versiones de algunas canciones, ¿Indispensable? No tanto, aunque igual viene en el paquete entonces se deja escuchar. Para bailotear con letras divertidas e ingeniosas, para escuchar leyendo cómics de ciencia ficción, si, no hay que creerse tanto.

Family "Un soplo en el Corazón" (Elefant, 1993)

Música que llega a tu corazón desde los primeros acordes de un sinte calido, luego la dulzura de unos textos hermosos e inteligentes, suena como a ese amor ideal ¿Verdad? Eso es este disco. New Order, Pet Shop Boys, Carlos Berlanga…

Yo te perdí una tarde de abril y desde entonces soy un lagarto / quiero vivir en otra ciudad porque tu risa ya no está con mi risa.

Solo un disco, ellos dos no mas, pero tanto, tanto a la vez, como duele la belleza.

Tengo ganas de fiesta / de que acabe el invierno / de volver a nadar en el mar / de soñar el verano en el que fuimos novios / y poderle cambiar el final.

Si, de cuando en cuando se hace el ritual de desempolvar los discos y hay algunos que invariablemente pasan la audición. Un pensamiento y un suspiro…

Para poder olvidar / alguna pena muy grande / te besaré en espiral / cuando no mire nadie…

Astrud "Mi fracaso personal" (Austrohungaro, 2000)

Aquí hay algo, siempre ha habido algo, Astrud me trae buenos recuerdos de mis últimos días como el ejemplar indie-boy que alguna vez fui… Y anécdotas mas recientes aun, de momentos inocentes del lejano año pasado, como la tarde donde mi amigo Choni, armando un numero de nuestro legendario fanzine, escuchando ese “Todo nos parece una mierda” (Austrohungaro, 2004), la canción, “Hay un hombre en España”. Yo me reía por lo bajini, Choni replico: “¡Estos manes son unos necios!”. Toda la razón tenés, hombre Choni, eso de hacer tecno-pop inteligente es labor de tercos insensatos, hacerlo de la manera fácil es lo normal y queda muy bien, pero lo otro, lo otro es algo.

Mi grupo favorito de pop con organetas en español.